Antes de llegar a Keller Williams sentía que había tocado techo y no podía crecer más, pero todo cambió cuando descubrí la increíble cultura de colaboración que tienen. Lo que más me impactó no fueron solo sus modelos y sistemas probados, sino la generosidad de los compañeros, que comparten abiertamente tanto sus éxitos como sus fracasos, dándote las herramientas y la confianza para seguir adelante. Gracias a este ambiente de colaboración ahora sé que mi techo está mucho más alto de lo que jamás imaginé.

Mi experiencia con Keller Williams ha sido un éxito increíblemente rápido, ya que en solo dos meses he logrado una facturación espectacular gracias a su método claro y su estructura perfectamente organizada. Aunque no es un camino fácil, todo engrana y fluye de manera sencilla al seguir sus procesos bien definidos, sin necesidad de reinventar nada. Ha sido un inicio muy dulce que me ha llenado de ganas de continuar, demostrando que el único secreto es mantener el foco y hacer el trabajo bien hecho.

En solo seis meses, y tras un breve periodo de adaptación, gracias a Keller Williams ya hemos conseguido un crecimiento superior al 20% en el primer trimestre. Con la hoja de ruta que nos han dado para 2025, mi ambición va incluso más allá del objetivo del 30% de incremento que nos han marcado; me he puesto una meta del 40% y sé que lo lograremos. Tengo una confianza absoluta en que lo conseguiremos porque cuento con el mejor equipo posible, tanto delante como detrás, y veo que tenemos todas las capacidades para alcanzarlo.

Tras más de 20 años en mi anterior empresa, dejarla fue como un divorcio que me forzó a decidir si seguir solo o buscar un nuevo apoyo. Fue entonces cuando descubrí Keller Williams, y lo que me cautivó por completo fue el cambio de mentalidad que me ofrecieron: me enseñaron a pasar de tener un trabajo a construir un negocio, a pensar como un verdadero emprendedor. Esta nueva visión ha transformado por completo mi carrera, y hoy me considero más un empresario que un agente inmobiliario.

Aunque nuestra unión con Keller Williams es reciente, fue una decisión que tomamos después de observarlos durante mucho tiempo. Si bien sus procesos, método y formación fueron muy atractivos, el factor decisivo para nosotros fue sin duda la increíble calidad humana del equipo, algo que realmente marca la diferencia. Fue esa combinación perfecta de un potente sistema de trabajo junto a un grupo humano excepcional lo que nos impulsó a dar el paso final para unirnos.

Mi unión a Keller Williams llegó en un momento en que se alinearon los astros; yo estaba algo desgastada por experiencias pasadas y mi trayectoria de 23 años encajó a la perfección. En el fondo, siento que ya era Keller Williams de espíritu desde hacía mucho tiempo, pues siempre me había fascinado esa cultura de abundancia, de ir con los brazos abiertos y regalar sonrisas. Esa admiración que ya sentía hizo que, cuando tuve la oportunidad, no me lo pensara dos veces y decidiera unirme al instante.

Para nosotros, Keller Williams es fundamental en la captación de clientes internacionales por una doble vía. Primero, refuerza nuestra estrategia de referidos, ya que ser parte de la mayor red inmobiliaria del mundo actúa como un doble check de confianza que consolida el interés del cliente. Y segundo, nos genera leads de forma directa a través de su red global: cuando agentes de otros países tienen clientes que quieren comprar o invertir en España, nos los refieren directamente a nosotros, convirtiéndose en una parte muy importante de nuestro negocio.